Inteligencia Emocional en el ámbito laboral
Desde la publicación de Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman, en 1996, el término ha adquirido gran popularidad con los años. Goleman incluso llegaba a afirmar que el coeficiente de Inteligencia Emocional era mucho más importante el coeficiente de Inteligencia.
Según Timothy Gallwey, el rendimiento en nuestras vidas puede representarse mediante una ecuación simple:
R = p – i
Rendimiento = potencial – interferencias.
Esto quiere decir que cada uno de nosotros tiene en sí mismo el potencial de mejorar nuestras vidas, pero que son las circunstancias propias de nuestra realidad las que interfieren en la consecución de nuestros objetivos. Para eliminar estas interferencias está la Inteligencia Emocional, que nos ayudará a superar estas actitudes, creencias y hábitos negativos que nos impiden realizarnos en todo nuestro potencial.
Todo lo que hacemos tiene una implicación emocional: cada una de nuestras acciones, cada una de nuestras decisiones y cada una de nuestras opiniones se basan en una emoción, o en una mezcla de varias de ellas.
Quienes son emocionalmente inteligentes analizan sus pensamientos e identifican sus raíces emocionales para no ser esclavos de estas. Es decir, su comportamiento no está regido por altibajos, ni depresiones, ni exabruptos.
En otras palabras, la Inteligencia Emocional ayuda a sacar el mejor partido de la propia información emocional y de la de las personas que nos rodean, al integrar esta información en la forma de pensar y a usar esta valiosa información para tomar decisiones que nos ayuden a conseguir objetivos, sean éstos inmediatos o para la vida en general.
Es decir, la Inteligencia Emocional intelectualiza nuestras emociones, creando una simbiosis entre emoción y razón, para corregir nuestro comportamiento. De esta manera, se mejora la relación con nosotros mismos y con las personas de nuestro entorno.
Si nos centramos en el aspecto laboral, el desarrollo de la Inteligencia Emocional beneficiará al rendimiento y a la forma de trabajar con otras personas.
Ventajas de la Inteligencia Emocional.
Las personas que están cómodas en su propia piel, aquéllas que han alcanzado el éxito en sus vidas y quienes están satisfechos con sus vidas han trabajado su Inteligencia Emocional. Todo son ventajas, entre ellas podemos enumerar.
- Mejora las relaciones personales y la comunicación con otras personas.
- Desarrolla mayores niveles de empatía, integridad y respeto hacia los demás.
- Aumenta la confianza en sí mismo y da perspectiva.
- Proporciona positividad y solidez al estado de ánimo.
- Genera “inmunidad” a las opiniones tóxicas de quienes rodean.
- Reduce los niveles de estrés.
- Acrecienta la creatividad.
Existe una relación directa entre la Inteligencia Emocional y una vida feliz y saludable. Su desarrollo a nivel individual (uno mismo) y colectivo (equipos y empresas).
El coaching incide especialmente en este aspecto y la utiliza como una de sus herramientas más eficaces.
En GoNova Asesoria, contamos con diferentes propuestas que contemplan estos conceptos.
Los mismos son utilizados al evaluar a los candidatos que proponemos en los procesos de selección tanto internos como externos; son promovidos en los procesos de outsourcing estratégico o integral y son enseñados en nuestros diferentes talleres in-company.